Recuerdo que vino aquí con una sonrisa. Me vio llorando y tuvo un abrazo tan solo para mí. Estuvo en momentos duros, estuvo en momentos alegres, estuvo a mi lado. Y ahora, lo veo alejarse y no puedo hacer más que resignarme. Se acabó, porque así es la vida. Lo único que tienen de verdadero los cuentos y las películas que nos gustan es el final Feliz.
domingo, 7 de agosto de 2011
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