Te necesito. Y aún cuando he seguido adelante, siento que todo mi ser te llama. Muchas veces hasta en sueños, llora tu nombre, con desesperación, con miedo a no verte nunca más. Sigo viendote como un dejavu, como algo que a pesar de a haber sido, no va a desvanecerse, que va a repetirse de una forma distinta, salteandonos el supuesto punto final. Para mi esto no es más que un intervalo, una pausa pero mi amor es continuo, no puede detenerse. No me pidas que me vaya, no puedo evitarlo, dentro mío sos como una toxina que no se elimina bajo ningún término. Y quiero creer que me extrañas como yo cuando se asoma la luna llena, quiero pensar que me pensas cuando la brisa roza tu mejilla, cuando te sumerges en el mar hasta no escuchar el ruido que atesta la superficie, quiero creer que crees en mí todavía. Sigo acá y no me iré a ningún lado. No esperes que haga lo que me digas. Nunca se me dio obedecer, nunca se me dio ser como todos los demás. Siempre rompo las reglas pero quizás, por eso te has enamorado de mi un día, porque en tu vida, rompo esquemas.