Ella te tiene pero yo soy la que te quiere. Ella te tiene pero soy yo quien te cuido cuando estabas herido. Ella te tiene ahora, pero un día yo te tuve y no pude sentirme más realizada. Ella te tiene pero yo soy la que te piensa todos los días al levantarme con una sonrisa y al acostarme con un llanto que lleva tu nombre, deberias saberlo, me duele demasiado tu ausencia. Ella te tiene tiene, sí, te tiene pero apenas fisicamente porque tu alma me pertenece, y no porque la considere algo vano, sino porque daría todo, lo dejaría todo por poder al menos rozar una parte tangible de tu ser, tu alma me pertenece porque representa el amor o cariño (si te apetece llamarle así) que un día me tuviste. Ella te tiene pero yo soy la única a la que le contaste más que sonrisas vacías, se todos tus secretos, se como hacerte bien y cómo lastimarte. Ella te tiene pero soy yo la que te saco sonrisas, la que te hizo sonrojar, la que te vio desarmado, la que te vio unir las piezas del castillo y luego, tirarlas con ira, con bronca, destruir poco a poco lo que era de vos. Ella te tiene pero soy yo la que te conoce, la que te desea alocadamente. Ella te tiene pero soy yo quien te quiere por sobre todos tus defectos, por sobre todo lo que a la gente le importa, te quiero por encima de mí, te quiero tanto que con sólo verte felíz me alcanza para sentirme felíz también. Ella te tiene hoy, pero soy yo la que te tendrá mañana en la mañana cuando te levantes pensando en que hubiera sido de todo esto si me hubieses preservado en tu vida, en la noche cuando tu llanto tenga el sabor amargo de la soledad y en tus sueños, extrañandome. Ella te tiene pero ambos sabemos que nos pertenecemos hoy y siempre.